Ponga un perro o un gato en su vida y mejorará su
salud. Esa es una de las evidencias que han confirmado expertos europeos
en materias tan diversas como la salud, la educación, la etología o la
política durante el primer foro europeo Better with Pets,
organizado por Nestlé Purina y celebrado ayer en Bruselas. La rebaja
del nivel de estrés durante el día a día, la mejora de la rentabilidad y
la interacción entre los trabajadores de una compañía, la facilitación
del trabajo al personal médico en hospitales, la detección de algunos
tipos de cáncer, la ayuda en casos de violencia doméstica, el
tratamiento para personas autistas o la asistencia a personas con
problemas como la diabetes o alzhéimer son algunos de los múltiples
beneficios que aportan estas mascotas. De hecho, anteayer fue presentado
en el hospital Teresa Herrera de A Coruña un proyecto para tratar con
perros a niños autistas o con daño cerebral. Es el primero de estas
características que se hace en Galicia.
El problema, como explica el director general de
Nestlé Purina Petcare en España, Jordi Bosch, es que aún hay mucho
camino por recorrer a la hora de transformar el modo de entender la
relación de estas mascotas con las personas, sobre todo en países como
España. De hecho, como avanzaron los expertos reunidos en Bruselas, hay
que abrir un diálogo permanente con las autoridades para adecuar la ley
actual al cambio que está habiendo ahora. Algunos de los ponentes no ven
mal ideas como la llevada a cabo en Suiza de pedir un carné a los dueños de perros. Resulta algo parecido a una licencia de conducir.
Para promover el cambio, la educación es fundamental.
Por ello, de la mano de la asociación Crit, de perros de asistencia de
Cataluña, fundada por Francesc Ristol, este curso Aprender Juntos es
Mejor echó a andar. El programa está realizándose en 25 escuelas de
Barcelona y Madrid y el año que viene se extenderá a todo el país,
también Galicia. El trabajo que realiza el colectivo con los perros en
los centros escolares es el de educar a los pequeños en la tenencia
responsable de las mascotas, algo que luego ellos pueden transmitir
también a los padres. Pero no solo eso. Los perros prestan también apoyo
en talleres de lectura. ¿Cómo un perro ayuda a aprender a leer a un
niño? «Lo que hacen es contribuir al aprendizaje porque relajan», apunta
Bosch.
Ese es uno de los trabajos que realizan también los
canes de la Unidad Funcional de Terapia con Perros que comenzó a andar
en el 2009 en el Hospital San Joan de Deu, en Barcelona, donde también
trabaja Crit. «La labor de la unidad -explica Francesc- no es otra más
que ayudar a la labor de los sanitarios». Pone ejemplos: Un pequeño que
esté relajado con un perro puede dejarse tomar una vía de modo más
rápido. Un niño que no camina puede tratar de hacerlo con un andador o
puede usar un perro. En este último caso lo hará riendo, no le costará
tanto. ¿Hasta dónde puede llegar el perro en el hospital? Hasta donde
podría llegar un familiar.

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